Retrato de Joaquín de Osma y Tricio (siglo XIX)
Retrato del mariscal de campo y caballero de la Orden de Santiago, Joaquín de Osma y Tricio, atribuido a Vicente López o a su círculo, pudiendo ser el autor su hijo, Bernardo López Piquer. Dada su calidad, pudo ser una de las obras salvadas del Alcázar.
Vidrieras de J. Mauméjean (1897)
El conjunto de mampara de estilo neogótico con estructura de hierro, obra del herrero segoviano Ángel Pulido, y vidrieras con alusión a los Reyes Católicos de Mauméjean ocupó el salón del trono del Alcázar hasta su traslado a la Academia en 1969.
Jade del Tesoro del Delfín
La colección de minerales, rocas y fósiles de la Academia de Artillería está considerada la colección documentada más antigua del mundo. Se compone de 2.955 ejemplares, entre los que hay fragmentos del Tesoro del Delfín.
Plato cerámico (primera mitad del s. XX)
Este plato con decoración de estilo renacentista es obra del taller de cerámica de Juan Ruiz de Luna, fundado en 1908 en Talavera de la Reina bajo la advocación de la Virgen del Prado. Forma pareja con otro plato decorado con la cabeza de un guerrero.
Retablo de Santa Bárbara (1939)
Firmado por Juan Ruiz de Luna, este retablo se inspira en los de estilo plateresco, con balaustres, guirnaldas, tondo con Madonna italiana y demás figuras que enmarcan la hornacina central con la representación de Santa Bárbara, patrona de Artillería.
Aritmómetro de Thomas de Colmar (1820)
Charles Xavier Thomas de Colmar patentó su aritmómetro en 1820, convirtiéndose en la primera calculadora mecánica de gran éxito comercial. El aparato permitía realizar operaciones aritméticas con resultados de hasta 12 cifras. ¡Todo un avance!
Batería de montaña (último tercio del s. XIX)
El pintor catalán José Cusachs fue alumno de la Academia de Artillería de Segovia. Su condición de artillero explica la importancia de este Arma en el repertorio iconográfico de su producción pictórica.